Testimonio
de las sensaciones que se experimentan con la práctica de
Estiramientos de Cadenas Musculares.
Fernando
Lluna.
Isabel Lopez.
Testimonio: Mediante esta práctica consigo no sólo acallar el parloteo continuo de mi mente sino que además tomo conciencia de mi cuerpo. A veces, en el trabajo, en la cola del supermercado o durmiendo, me descubro con los hombros encogidos o con la espalda torcida; En ocasiones, tensiono sin necesidad músculos y partes de mi cuerpo que no es necesario que se encuentren en tensión. Al tomar conciencia de estas posturas erróneas, las puedo modificar y mis movimientos y posturas son más eficientes energéticamente. Al ser más consciente de lo que ocurre en mi cuerpo tomo posesión del mismo, mi cuerpo y mi mente trabajan juntos, en equilibrio y más relajados. La unión de cuerpo y mente favorece que vivamos en el momento presente, Aquí y Ahora
Anonimo;
Estos dias que recojo testimonios, me sorprendo como entramos a la escucha y a la presencia, y un comentario reciente decia "es que hoy tenia tantas ganas de llorar! sentia mi cuerpo, las resistencias que he tenido y tu nos explicas el dejarse, sentir, entrega, rendirse, abrirse a lo que venga y si...me venia emoción , gratitud y algo mas debe haber ahi...porque sentia estremecimietno, ganas de llorar y soltarrrrr!!!!
Esa atencion, esa calma, ese laboratorio que es nuestro cuerpo y donde se producen tanta alquimia, Con atencion, con sumo cuidado, con respeto, sin mecanicismos, abiertos a lo que suceda. Y vaya si suceden cosas! que resortes tocamos!
gracias a ti por explicarlo y abrirte y por experimentar juntos!
BUENAS NOCHES ISABEL, AQUÍ TE DEJO MI TESTIMONIO: Aunque mi objetivo principal al empezar las clases de Estiramientos de Cadenas Musculares era aliviar mis dolores lumbares, enseguida me di cuenta que me aportaban un plus de bienestar increíble! Sales como nueva. Cada sesión es como una meditación, o esa palabra tan de moda: Mindfulness, conciencia plena. Escuchando mi cuerpo y mi respiración acompasada, sintiendo músculos que ni sabía que tenía, disfrutando de ese momento de quietud, siento que me estoy haciendo un gran regalo. Va muy bien desconectar del mundo exterior y centrarse en el propio cuerpo, aprender a amarlo y dejarlo fluir. A lo largo de unas cuantas sesiones ya puedo decir que me siento más elástica y ligera cuando salgo a caminar por la montaña. En el trabajo, soy más consciente de las malas posturas e intento corregirlas. Esto es un camino y estoy feliz y agradecida de haberlo comenzado. Gracias.
Mila
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